El metotrexato se ha utilizado para producir una regresión en una amplia gama de condiciones neoplásicas: Leucemias agudas, linfoma no Hodgkin, sarcomas osteogénicos y tejidos blandos Cáncer sólido, particularmente mama, cabeza y cuello, pulmón y vejiga Enfermedad trofoblástica (coriocarcinoma, corioadenoma destruens, mole ciatiforme) El metotrexato también se ha utilizado en el tratamiento de la psoriasis grave e incontrolada, que no responde a otras terapias.